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domingo, marzo 12, 2006

Santana: guitarra con sabor a tequila

El amor platónico de Santana y la guitarra



Carlos Santana es uno de los pocos cincuentones del panorama musical que puede presumir de tener fanáticos adolescentes. En tiempos en los que la industria apuesta por talento fresco, el guitarrista mexicano invadió las listas de ventas con más fuerza y calor que un tequila bajando garganta. El disco responsable de esta audaz peripecia es su más reciente producción, Supernatural.


En el caso de Carlos Santana fue el instrumento - y no el hombre - el que escogió al otro. La guitarra sabía que nadie perfeccionaría sus cuerdas como el mexicano, cuyos ritmos flamencos, indígenas y tropicales supieron casarse con el rock y el hip hop para crear tres décadas de inolvidable swing.

Datos biográficos

Carlos Augusto Alves Santana nació el 20 de julio de 1947 en Autlán de Navarro, Jalisco, México. Creció bajo la influencia musical de su padre José, un violinista de mariachi profesional que le enseñó a tocar el instrumento cuando no sabía ni leer.

A los ocho años, el pequeño prodigio había sustituido ese instrumento por una guitarra, dejando a un lado el folclore regional para sumergirse en el blues de B.B. King y John Lee Hooker, este último su ídolo.


Con trece años era un prodigio del blues y acompañaba a músicos profesionales en los bares nocturnos de Tijuana, hasta que un año después cruzó la frontera hacia San Francisco para reunirse con su familia, que había emigrado allí un año antes.


Los primeros años en San Francisco fueron de aprendizaje, en los que el autodidacta absorbió todo lo que la escena musical de la ciudad tenía que ofrecer, al tiempo que retomó interés en sus raíces latinas.


El resultado fue un sonido Afro-rock-blues-tropical que pasará a la historia por su originalidad e inconfundible swing.


Una vez encontrado su sonido personal, Santana creó la Santana Blues Band, con la que abrió conciertos para The Who, Bob Dylan, Miles Davis y Jimmi Hendrix, entre otros.
Con la banda llegó también el inconfundible modo de vestir que marcó la onda hippie del momento, estilo al que Santana se ha mantenido fiel a través de los años.


El año 1969 es definitivo para la carrera de Carlos Santana, porque es invitado a tocar en el festival de Woodstock, donde su brillante actuación le ganó una entrevista con el entonces presidente de Columbia Records, Clive Davis, que esa misma semana firmó al guitarrista y su banda.


Su primer álbum, Santana (1969), fue un éxito comercial y ganó el respeto de la crítica, con canciones como Evil Ways y Soul Sacrifice.


A tan exitoso debut siguieron otros no menos trascendentes, como Abraxas (1970), The Third Album (1972), Caravanserai (1972) y Welcome (1973). Sin embargo, a partir del año 1973, Santana experimenta con el jazz, creando un sonido culto que chocó con la comercialidad que pedían el público y las estaciones de radio.

Algunos miembros de la banda no estuvieron de acuerdo con el cambio y abandonaron al músico, que prefirió permanecer en la sombra de las listas de ventas, para no trivializar su integridad musical, esfuerzo que le ha valido aún más señorío en la industria.


El disco Blues for Salvador, que recaudó fondos para las víctimas del terremoto de San Francisco, los derechos de los indígenas, y los huérfanos de Tijuana, es testimonio del espíritu humanitario que gobierna la moral de Santana. Otra prueba de ello es la Fundación Milagro, que creó con su esposa Deborah y a través de la cual recaudan fondos para ayudar a los niños necesitados.

Supernatural lo coronó como músico universal

En 1998 Santana se introdujo en el estudio, tras siete años de ausencia comercial, y en 1999 salió al mercado Supernatural, disco con el que ganó ocho premios Grammy en marzo del 2000, igualando el récord que hasta entonces sólo ostentaba Michael Jackson por Thriller, y protagonizando uno de los regresos comerciales más espectaculares de la música.


En esta producción, el guitarrista se apoyó en invitados jóvenes como Lauryn Hill, Dave Thomas, Maná y Wyclef Jean, así como en la sólida experiencia de Eric Clapton.
Hoy, Carlos Santana es el único miembro original de la banda que creó en 1968, lo cual demuestra que sólo o acompañado, el genio es suyo. En las últimas dos décadas ha grabado más de 36 discos, vendido 40 millones de copias, recibido innumerables reconocimientos musicales, y todo ello, haciendo lo que más le gusta: tocar guitarra con un sabor inconfundible... con sabor a tequila.

http://www.lacuarta.cl/

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