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lunes, marzo 26, 2007

CITY, UNA NOCHE EN EL FIN DEL MUNDO



Lalo Prieto crea, dirige y actúa todos los personajes, apoyado sólo por música, sonidos e iluminación.
Empezó a escribir “City…” en el 2005 en Avignon, Francia, donde triunfó con su obra “Nahuelqueo”, porque le pareció que Chile era realmente “el fin del mundo”.
“City…”, una “tragicomedia terrible” se estrena el jueves 15 de marzo a las 20:00 horas.
A Lalo Prieto (32) le fue muy bien con su teatro callejero, contando la historia de la independencia con el personaje de Manuel Rodríguez. “Hacía siete funciones de 10 minutos cada una en el Parque Forestal, y el sombrero se llenaba con 50 luquitas, a veces con 90, me daba para vivir”, recuerda. Antes se paseó por ingeniería comercial y diseño, e incursionó brevemente en la Escuela de Teatro de Patricio Achurra. También trabajó en montajes de Rodrigo Marquet y en cortos con La Patogallina.
Su pasión por el teatro y por contar historias le ha traído buenos dividendos: “Nahuelqueo”, hombre con carácter, empezó con 12 minutos, se agrandó, viajó en el 2003 al Festival de Teatro Callejero de Guanajuato, México, donde lo vio un francés que le abrió las puertas del Festival Francés de Avignon, en el 2005.
El director del festival lo invitó a su casa; en esas vacaciones, Lalo empezó a escribir “City, una noche en el fin del mundo”. Retomó el texto el año pasado . También en el 2006 escribió e interpretó “Nuestra señora la TV”, una crítica que nació de los cortos que hizo para el programa “Morandé con Compañía”.
En “ City…”, creada para un escenario pequeño, Lalo Prieto hace gala de su tremenda vitalidad e histrionismo. Con un lenguaje realista, racontos, una estructura cercana al cine, situaciones reconocibles, mucho humor negro, cuenta la noche en que dos amigos, sus parejas, periodistas y policías se enfrentan al delirio, los celos, el alcohol, las drogas… Es una “tragicomedia terrible”, que encanta al público, tal como encantó a la crítica. Lalo Prieto, que admira a Arthaud y a Tarantino, se da el lujo de ofrecer diferentes finales.
“City…” se estrenó exitosamente en Valparaíso; luego fue al Teatro Municipal de Viña, y este verano se presentó en el Galpón 7. Ahora llega al Teatro del Parque, desde el 15 de marzo.



CITY, UNA NOCHE EN EL FIN DEL MUNDO
Funciones de jueves a sábado a las 20:00 hrs.
Entradas: $6.000 y $4.000.
Jueves popular: $5.000 y $3.000.
Lugar: Teatro del Parque Boulevard del Parque Arauco
Reservas: Tel. 299-0700
www.teatrobarbaro.blogspot.com

http://www.mercurio.cl/2007/03/16/wiken/reportajes/noticias/8B7A9138-C008-4164-B25E-231A40668324.htm?id

Simplemente,io






domingo, marzo 25, 2007

Una CiuDad InviSible….




Desde niño lo que me inkieta de las tragedias en chile es la naturalidad con las que se les toma. Cuando entrevistan a una madre o un padre y dicen “si hubieran sido un accidente eso seria un consuelo” ¿pero como? ¡Si es al revés! Los accidentes son los evitables.
Valparaíso no debería haber perdido el “Roland Bar” (se hubiera quemado el congreso mejor, dijo el poeta Enrique Moro para la televisión en esa época). Nadie debió haber muerto en la “Divine”. Ni en el gasómetro debido haber ardido esa tarde de mediados de los 90. Ni la pasarela de avenida España debió haberse caído, con su cuota de muertos e impunidades. Así como no debió morirse ese marino en el desplome del ascensor Polanco en los 80. O la señora – en esa misma época- que se electrocuto al bajar de un trole.
¿Cuánto gas es necesario para provocar una explosión que haga volar tres edificios con paredes de 80 cms de espesor y elevar vigas de 150 klgs a 50 metros de altura y a 300 metros de distancia? Una bomba. Un atentado. Si hubiera sido Amón gelatina o trotil ¿Qué cantidad se hubiera requerido?
Y el extraño silenciamiento de la moneda amordazada por Velasco (que ahora sabemos que tiene un par de hijas trabajando para la empresa de gas) era desconcertante. Inentendible que luego de 48 horas nadie diera un dato de cuantos espacios eran arrendados o subarrendados a familias y no saber siquiera una aproximación de cuantas personas vivían allí.
¿Y por que había tan poca gente? Casualidad, sincronía o conspiración.¿habría que especular otras vez?


La explosión de calle Serrano vino precedida del “tsunami” de los carnavales culturales y la noche de año nuevo, la ciudad nuevamente lucio como postal irresponsable de carrete y turismo avasallador y encochinante. ¿Por qué deberíamos sacrificar a los habitantes de este puerto por un millón de visitantes a los que no se les ha ofrecido la oportunidad honesta de conocerla y valorarla efectivamente y que, por lo tanto, se comportan como una clientela prepotente con instintos patronales, todo por unas Lucas (y quisiéramos saber cuantas para conocer nuestro precio) que se capitaliza en servicios destinados básicamente para la demanda foránea?
Preguntas que nos quedan, así como los afiches post explosión que describe Ernesto Guajardo, al final de esta Ciudad Invisible 17, reclamando por los crímenes que quedaran en la impunidad, como sucedió con todas las tragedias de esta ciudad que se cae a pedazos y que no sabe que hacer consigo misma.
Tal vez la pega sea no perderle la pista a desastres como este. Recordarlos, mantenerlos vivos. Que no cierre la costra.

Editorial
http://www.ciudadinvisible.cl



Simplemente,io



martes, marzo 20, 2007

Un Nuevo PorTafolio....

http://www.glazo.cl

http://www.triple-sec.cl






Felicitaciones amigo

un Besote

Simplemente,io

domingo, marzo 18, 2007

Paren el mundo, me Kuiero bajar……

La historia de Mafalda komenzó un dia 15 de marzo de 1962, kuando emergió komo sin kerer de la kabeza de Quino. Sin embargo, su estreno en sociedad debió esperar poko mas de dos años, pues recién en septiembre de 1964 fue publicada por primera vez en la revista che “Primera plana”.

Su éxito fue inmediato, sobre todo porke el publico le enkanto esta pequeña capaz de kuestionarlo todo y ke, a la vez, era tan infantil en otros aspectos.

La amenaza nuclear, la guerra de Vietnam y las crisis sociales tanto en su país komo en el resto del mundo fueron tópicos permanentes para ella.

Pero también los otros personajes de la karicatura se ganaron el cariño de la gente, como siempre materialista Manolito, la arribista y súper cahuinera Susanita y el eterno soñador Felipe.

Las aventuras de Mafalda dejaron de publicarse en medios de komunicación en 1973, pero de inmediato salieron al mercado los libros rekopilatorios.

En México una tira kómica en la que Mafalda moría atropellada…. Por un kamión de sopas, pero Quino fue klaro en negar su autoría.

El 15 de marzo, esta inkisitiva niña, kumplió 45 años desde que fue kreada por Joaquín Salvador lavado, conocido mundialmente komo Quino.

Esta pequeña odiaba la sopa y amaba a los Beatles.

Aunke han pasado los años y las generaciones ke han gozado de sus atinados komentarios, la tiernucha pero kriticona niña sigue siendo un verdadero klásico.

Feliz Kumpleaños Mafalda ...!¡
Simplemente, io

domingo, marzo 04, 2007

NECESIDAD DE UTOPIAS !¡

Utopías, etimológikamente kiere decir el no-lugar, en tanto ke karecen de una lokalización en la ke se realicen.


Para muchos estos intentos deben inscribirse en el terreno de la espekulación infundada o en el de la ficción literaria. Lo ke no deja de tener su razón ya ke las utopías siempre se han deklarado por escrito y, precisamente, deben su nombre a T. More ke en 1521 akunó el término para nombrar a la suya.

Las utopías pretenden konstruir un posible, un deber ser, un mito terminal, karacterizado por la ausencia de todo lo ke en un momento konsideramos negativo y en el ke está potenciado todo lo ke se valora positivamente. Por ello, es un posible ke es un imposible si no se modifica drásticamente el orden vigente, ke se interpreta komo el kausante de ese mal ke se kiere erradikar.

Las utopías no son un tema ke hoy está de moda, y ha sido así en el último kuarto de siglo. La década del 60 fue la última en ke agitaron la vida de nuestra kultura. Eran años en los ke una gran mayoría (y no la mayoría silenciosa precisamente) se atrevía kon el futuro, se lo pensaba, se lo soñaba, se lo kantaba, se lo diskutía y el afán de llevar la imaginación al poder konvokaba a millones.

Esto pone de manifiesto otro karácter de las utopías: ellas son kolectivas y no personales, siempre se refieren a muchos y nunka a uno solo. Necesitan si un vocero, un poeta ke las kante, un filósofo ke las proponga, un kantor de sueños, pero son el diskurso de un grupo, o un grupo debe hacerlas su diskurso. Las utopías son un futuro posible, pero es el futuro de muchos y no de un individuo aislado.

Klaro es ke todos tenemos deseos y aspiraciones, pero hemos desarrollado una miopía temporal junto a una pérdida de sensibilidad kolectiva, de forma ke sólo alkanzamos a pensar en futuros cerkanos y proyectos individuales. Nos hemos reducido a una vida cuasi-animal, de un puro presente, kasi sin mañana en lo personal y sin un norte kompartido, por lo ke karecemos de una perspectiva ke nos permita kriticar lo ke es, en tanto ke no es lo ke debería ser, ni plantear un deber ser ke brinde el kriterio para modificar lo ke es.

El futuro ha dejado de konsiderarse el resultado, todo lo condicionado ke se kiera, del hacer de hoy, adkiriendo un karácter cuasi mágico. Tampoko se piensa el hoy komo un paso hacia ese futuro kolectivamente anhelado, y la krítica se hace por la krítica misma, ke si bien puede ser útil para la destrucción, muy poko es lo ke ayuda en la konstrucción.

Las utopías son necesarias en tanto ke son las ke tensan desde el futuro la vida presente.

Poder acceder a las utopías rekiere rekuperar el karácter de hombres escindidos, de ciudadanos de dos mundos, o de dos tiempos. Ser habitantes de akí-ahora y también serlo de akí-mañana.

Las utopías muestran tanto akello ke aspiramos komo los medios ke konsideramos válidos para alkanzarlo, y lo hacen mucho mejor que kualkier análisis científico del pasado. Sólo konociendo la meta que perseguimos kobra sentido el lugar donde estamos, la krítica que hacemos y la korrección de lo ke enkontramos inaceptable. De otra forma, somos komo perros que damos vuelta alrededor de un mismo lugar, antes de echarnos a dormir.

Vivimos en tiempos sin utopías. Si, komo también decimos ke, ellas son un reflejo de lo ke somos y de lo ke valoramos positivamente, el verdadero motor de nuestro hacer, individual y kolectivamente, entonces kabe preguntarse ¿Ké somos? ¿Ké traduce esta ausencia de utopías? ¿Ké valoramos en lo kultural, en lo social, en lo étiko y kómo saberlo? ¿Kuál es el kontenido de las nociones de progreso y desarrollo? ¿Ké sentido kolectivo tiene el trabajo, la educación si no aspiramos a nada y karecemos de metas por alkanzar?

Nos hemos transformado en ese tipo de hombre ke A. Harendt llama animal laborans, el ke trabaja para y por el konsumo de lo ke se ofrece, ni sikiera para el uso, porke hasta el placer de usar hemos perdido. De hecho, kada kosa poseída se la sufre más ke se la disfruta, porke la mayoría de ellas no es ajena al placer ke kerríamos tener, pero ke ni sikiera somos konscientes de kuál sería. Y si no se trabaja, komo le sucede a una gran mayoría, entonces es la miseria material y espiritual.

¿Qué vida nos espera sin una utopía?

Alfredo D. Vallota
Gracias a Rodrigo G,
por el texto original
Simplemente, io

Alguna vez alguien me dijo….


No me olvides, ni me recuerdes. Solo
Solo debes saber que existo.!¡
Simplemente, io