Free Cursors

lunes, junio 12, 2006


Suele ocurrir... nos ocurre a todos en alguna ocasión...
y es que hay momentos en que llega a realizarse un tan arduo trabajo de autoconocimiento, un (re)descubrimiento de potencialidades aletargadas, de sentimientos nublados y de emociones dormidas; se realiza una labor tan grandiosa de crecimiento personal, que con todo ese trabajo uno puede en ocasiones perder lo más, muchísimo más, importante de sí.

Suele ocurrir... que en esta situación se dote a todo de una excesiva trascendencia, todo se convierte en
"algo muy serio", cuasi-sagrado, incluso se vive en un egocentrismo situacional, es decir, en cualquier situación donde yo esté todo es místico, todo gira en torno a mis sentimientos, todo me está diciendo algo, todo está hecho para mí, todo es una pista que no me debo perder para resolver el problema vital; dando así importancia a cualquier gesto, a cualquier conversación, a cualquier palabra, buscando sentimientos en todas partes pues todo hace referencia a mi corazón, de todas partes hay que sacar conclusiones, emociones, tengo que encontrarlas, hay que encontrarlas... hasta en donde... no las hay.

Y... así de este modo, esta situación de máxima concentración emocional, está situación central respecto a los sucesos, dota a la persona de rigidez, excesiva rigidez...
está demasiado preocupada de todo lo que sucede, porque "todo tiene que decirle algo", todo son mensajes para sus sentimientos, todo le tiene que generar emociones, en todos los detalles están la clave de sus circunstancias, y con todo ese (grandioso) trabajo... pierde lo mejor de sí, lo mejor de todo lo que tiene,
la espontaneidad bellezas

Simplemente,io